El Blog de Pr. Carlos E. Escobar

DEFINICIÓN DE FRACASO
23.11.2011 15:24
"Que por fe… sacaron fuerzas de debilidad" Hebreos 11:33-34
Durante la Gran Depresión, muchas personas en los Estados Unidos vivían en barrios con viviendas hechas de chapa, lonas y mantas. Estas casas decrépitas, conocidas como “villas de Hoover”, albergaban a los que habían sido desalojados de sus hogares. Muchos culparon al presidente Herbert Hoover por la tragedia económica. Irónicamente, la supuesta ineficiencia de Hoover como líder contrastaba por completo con su historial previo. Antes de esto, su experiencia en ingeniería geológica dio lugar a exitosos proyectos mineros en Australia y China. También encabezó con eficiencia emprendimientos humanitarios. Pero, cuando el mercado de valores se desmoronó, en octubre de 1929, el presidente Hoover atravesaba circunstancias más allá de su control. De todos modos, siempre se lo vincularía con la depresión económica de la década de 1930. Ahora bien, un fiasco importante no significa que toda la vida de una persona sea un fracaso. ¿Qué sucedería si solo recordáramos a Abraham como mentiroso (Génesis 12:10-20), a Moisés desobedeciendo a Dios (Números 20:1-13) o a David como asesino (2 Samuel 11)? A pesar de sus pecados, estos hombres son recordados por su fe perseverante: “Que por fe [...] sacaron fuerzas de debilidad” (Hebreos 11:33-34). Nuestra vida no es un fracaso si nos hemos arrepentido de nuestros pecados, si hemos conocido a Cristo y Él ahora es el Señor de nuestras vidas. ¡Recuerda que ahora en Cristo eres más que vencedor! (Ro. 8:37). Piensa que también vas de triunfo en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de ti manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Para Dios tu no eres un fracasado, ¡Dios aún quiere utilizarte en su obra!
LA RAZÓN BÁSICA del FRACASO es EL ORGULLO
- Preocuparse por las opiniones de otros (Juan 12:43).
- Rehusarse a recibir ayuda de Dios y de otra persona (Proverbios 15:22).
- Ignorar el poder de la oración (Santiago 4:2).
- Depender del esfuerzo personal para cambiar (Gálatas 3:3).
- Esperar alabanza y reconocimiento personal (Lucas 14:11).
- Darse por vencido en la vida (Filipenses 3:13–14)